viernes, abril 07, 2006

Para reflexionar....

No acostumbro ni a leer ni mucho menos a publicar las "cadenas" que me llegan a través del correo electrónico, pero por la persona que me lo envió, decidí darle una ojeada... para al final terminar leyendolo detenidamente.

Cita una historia del escritor Paulo Coelho:

Un hombre, su caballo y su perro iban por una
carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos tardan un cierto tiempo antes de ser concientes de su nueva condición...)


La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso y ellos estaban sudados y sedientos.

En una curva del camino vieron un magnifico portal de mármol que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro, el caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él el siguiente diálogo:

-Buenos días.

-Buenos días - Respondió el guardián.

-¿Cómo se llama este lugar tan bonito?

-Esto es el Cielo.

-¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!

-Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera.

Y el guardián señaló la fuente.

-Pero mi caballo y mi perro también tienen sed...


-Lo siento mucho - Dijo el guardián, pero aquí no se permite la entrada a los animales.

El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.

Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puertecita vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.

-Buenos días - dijo el caminante. El hombre respondió con un gesto de la cabeza.

-Tenemos mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.

-Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre, indicando el lugar. Podéis beber tanta agua como queráis.

El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre.

-Podéis volver siempre que queráis - Le respondió éste.

-A propósito ¿Cómo se llama este lugar?- preguntó el hombre.

- CIELO.

-¿El Cielo? ¿Sí? pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!

-Aquello no era el Cielo, era el Infierno - contestó el guardián. El caminante quedó perplejo.

-¡Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre!

-¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! - advirtió el hombre.

-¡De ninguna manera! En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos...

Paulo Coelho

Espero no estar violando ninguna ley de derechos de autor, nos estamos leyendo..... ^_^


1 comentario:

El Zord dijo...

Excelente cuento man... muy buena selección